El hombre es un
animal de costumbres cuyas acciones se deben al raciocinio, optando por
decisiones pensadas y meditadas algunas y otras fruto de un automatismo
insospechado.
De todos es sabido, al menos los que tienen la
suerte o desgracia de vivir ligados y dependientes del comportamiento
caprichoso de un vehículo, que cuando lo llevas al taller para un simple cambio
de aceite, no es raro encontrarte con
otros defectos o bien anomalías que van
apareciendo casi por arte de brujería cada semana o mes de forma casi
aritmética.
La explicación del
mecánico es obvia, y a todos nos parece lógica,
¿qué carburante estás usando?, y el aceite?, usas mucho el coche?, comprendemos que si no hacemos un mantenimiento
apropiado de nuestro vehículo, llegará el momento que la culata del motor se
llene de carbonilla , ésta hace bloquear el funcionamiento del motor e incluso
doblar el eje del turbo si se desprende alguna esquirla fosilizada de esta
maldita carbonilla.
El mecánico dice, no solo hay que mantener limpio y depurado cada uno de los componentes
del motor, si no que tienes que darle un buen combustible y hacer que ande
bien, a sus revoluciones propias, para las que este motor se ha creado ya que
si no, se estropea. Estos defectos se van
acumulando y puede llegar el caso que sean irreversibles, o cambias de motor o
en el mejor de los casos lo haces trabajar a un ritmo diferente.
Es decir, Nutrir,
Mantener y Limpiar, hace que mi coche
tenga una vida mas larga.
¿Pero porqué cuando
se trata de nuestro cuerpo o el de nuestras mascotas somos tan escépticos? Nos hemos acostumbrado a ir al médico o a llevar
a nuestras mascotas al veterinario cuando aparecen unos síntomas claros, para
“curarlos”, y no es raro el comentario de algunos clientes como: “… que mala
suerte tengo, primero eran unos mocos, ahora es una dermatitis, ahora me diagnostica una enfermedad
autoinmune intestinal,…!!, ¿Esto es una casualidad? , yo creo que no.
Nuestro cuerpo y
el de los seres vivos con los que convivimos están formados por millones de
estos motores que necesitan un mantenimiento,
una buena nutrición, detoxificación o limpieza y hacerlos trabajar a su perfecto
ritmo para que no se estropeen, aportándoles los complementos necesarios para
ello. Estos motores son nuestras CÉLULAS, y en este punto
podemos decir que si no las tratamos bien , nos pasará factura, primero pueden
ser unos mocos, después una dermatitis y después , una Enf. Autoinmune, procesos
perfectamente relacionados, que necesitan ya un tratamiento crónico.
Si hubiésemos
actuado con un buen mantenimiento celular posiblemente no habrían aparecido.
Nuestra forma de
vida llena de avances tecnológicos y comodidades lleva implícita una carga, de
la que hacemos partícipes a nuestras mascotas. Es sabido que en países
desarrollados el porcentaje de cáncer de colon, enfermedades intestinales como
las diverticulosis, etc., son mas frecuentes debido al estrés y desequilibrios
alimenticios, como la deficiencia en nuestras dietas de fibras naturales,
minerales, vitaminas, etc., no solo por la pobre calidad nutritiva de nuestros
alimentos sino porque están aumentando los procesos relacionados con la
dificultad en la absorción y tolerancia de nutrientes.
Ya conocemos multitud de procesos
“occidentales” que tienen más que ver con nuestra forma de vida que con la aparición
de nuevas enfermedades por mutaciones de virus o gérmenes.
Esta es la causa
de porqué en nuestras consultas vemos mas casos de enfermedades autoinmunes,
alergias, intolerancias alimentarias,
enfermedades “humanas” relacionadas con la evolución de nuestra
sociedad. Al mismo tiempo que las dietas
son cada vez más comerciales y menos naturales,
el combustible inapropiado y de mala calidad es lo primero que hace
fallar al motor de nuestro coche, y
también a nuestros miles de motores celulares.
¿Es casualidad, que aumenten las visitas de niños a los Psicólogos al mismo tiempo que lo hacen nuestras mascotas a los Educadores o Etólogos caninos?
Nuestra forma de vida y nuestros hábitos alimenticios están cambiando acumulando carencias de forma progresiva, que nos llevara a un rápido desgaste con evidentes consecuencias.
Los Radicales Libres (RL), son desechos
iónicos procedentes de nuestras reacciones bioquímicas intracelulares, son
toxinas que nuestro cuerpo debe eliminar, y para ello cuenta con mecanismos de
compensación que los transforma, entre
otras, en moléculas de Oxigeno y Agua.
Son residuos
naturales procedentes de la propia combustión interna relacionadas con la
respiración y digestión celular. Cuando
estos residuos no son eliminados, o se rompe el equilibrio entre producción de
RL y su eliminación, se acumulan sobre todo en superficies celulares o membranas
intercelulares (matriz intercelular) y aparece un proceso llamado Estrés
Oxidativo.
Los mecanismos de
compensación consisten en una sinergia antioxidante intracelular y en la superficie de las membranas celulares,
reacciones bioquímicas donde son indispensables la presencia del Cu, Fe, Mn, Zn, Glutation y
Vitaminas como la E
y C. La unión de estos mediadores
químicos, entendidos como Cofactores y Coenzimas, con sus enzimas
correspondientes facilitan la reconversión de estos RL y con su
eliminación se favorece el intercambio natural de nutrientes hacia el interior
de la célula , que se ve muy mermado o alterado con la presencia de los
radicales en la superficie celular.
Una de las
premisas para que los Nutrientes Celulares, que participan de esta bioquímica
celular, como los Oligoelementos y
Vitaminas, penetre al interior de la célula es que se encuentre una superficie
bioeléctricamente favorable, y la presencia de los Radicales cambia en gran
medida el potencial de membrana bioeléctrico hacia la negatividad. Los RL hacen
que la superficie celular aparente ser un manto de cargas negativas, que por un
lado pueden alterar la estructura natural de la célula y por otro modifica la
permeabilidad de membrana que facilita la penetración de Nutrientes,
indispensables para realizar las funciones bioquímicas celulares de
oxido/reducción.
El Estrés
Oxidativo por tanto podrá ser causa de gran variedad de procesos degenerativos y
enfermedades como el cáncer, ciertas Cardiopatías, Enf. Autoinmunes, Cataratas
y Enfermedades degenerativas Retinianas, y los complejos de Artritis-Artrosis,
entre otros.
Dr. Manuel Vera
Asesor veterinario de In Terra Salud
Veterinario y gerente de Clinica Vet. Valdelagrana