El Sistema Nervioso es una red de millones de neuronas interconectadas
mediante los axones y dendritas que facilitan el paso de información
neurosensitiva conformando el Sistema Nervioso Central (medula y cerebro) y
Periférico con los nervios que salen del SNC hacia todas las partes del cuerpo.
Las neuronas motoras reciben la
información desde el cerebro y la transmiten a los órganos diana, los músculos, y las neuronas sensoriales reciben la información del entorno mediante
receptores y las transmiten al cerebro
y medula espinal. Y esto se hace gracias
a unas vías de conexión Aferentes y Eferentes.
Por las vías eferentes, desde todos los receptores distribuidos a lo
largo de nuestro sistema celular, se envía información al cerebro y por las vías
aferentes enviamos la información necesaria hacia estos receptores para
hacerlos actuar, respuesta motora, funcionamiento glandular, motilidad
intestinal, respuesta termoreguladora,
control de la presión arterial, etc.
Por otra parte, la respuesta ante el estímulo puede ser voluntaria,
dirigida por el SN Voluntario o Somático, que realiza el movimiento voluntario
de músculos, y también puede ser autónoma, SN. Involuntario o Vegetativo, que
es el encargado de hacer reaccionar al sistema endocrino, movimientos
intestinales, control de las presiones sanguíneas, movimiento cardíaco, etc,
y que también se activa tras una
alteración emocional, es el que controla
el METABOLISMO BASAL.
Este SN Vegetativo tiene centros
de control a lo largo de la columna vertebral, cerebro, órganos abdominales y también
en el intestino. Podemos diferencias así tres tipos de SN Vegetativo: Simpático, Parasimpático y Entérico.
El primero favorece una función activadora, el
Parasimpático equilibra, tranquiliza y regenera al cuerpo y el Entérico está
formado por una serie de células neuronales distribuidas por el aparato
digestivo y coordina los movimientos peristálticos, regula el
sistema inmunológico, y sobre todo estimula la producción de neurotransmisores
como la Serotonina
y Dopamina a nivel intestinal.
El SN también conecta sensaciones y emociones,
además de proporcionar el funcionamiento general del resto de los sistemas
orgánicos de nuestro cuerpo.
En el momento de la transmisión del impulso se produce una liberación de
sustancias por mediación de la presencia de neurotransmisores que facilita esta conductividad neuronal.
Toda nuestra fisiología depende por tanto de que
nuestros receptores capten la información necesaria y nuestro sistema de
entramado sináptico sea capaz de transmitir una correcta información para una
buena respuesta consciente o inconsciente.
La Nutrición Ortomolecular
aporta estos nutrientes necesarios, no solo para favorecer el correcto
funcionamiento neuronal, si no que nos ayuda a detoxificar este SN contaminado.
Nuestro Sistema Neuroendocrino también está conectado con el sistema
inmunitario y emocional o psique a través de lo que conocemos como SIST.
PSICONEUROENDOCRINOINMUNOLOGICO, de forma que un cambio emocional puede crear
una respuesta fisiológica sobre nuestro sistema endocrino o inmunológico
controlado por el eje hipotalámico-hipofisario.
De todo esto se deduce que es necesario que haya una perfecta armonía a través
de las conexiones sinápticas que faciliten el buen funcionamiento neurológico y
por tanto endocrino y psíquico. Es decir
que no solo nos referiremos al SN cuando haya dolor, incoordinación
motora, síntomas neurológicos como
deambulación, atrofia muscular, hernias discales, mielopatías, etc, sino que
hay una parte neuronal que nos conecta la parte física con la emocional a través
de la producción de sustancias como los neurotransmisores generados en el SN
central como en el Sistema Nervioso ENTÉRICO, que es capaz de reaccionar frente a diversos
estímulos produciendo un porcentaje bastante importante de neurotransmisores
como la Serotonina.
Cualquier factor que sea capaz de modificar,
o actuar sobre los receptores a nivel
central, periférico o entérico y
modificar su respuesta, puede terminar favoreciendo la aparición de
enfermedades a nivel funcional , es decir a nivel celular primero y en
enfermedades orgánicas después, además de
provocar alteraciones de conducta o emocionales que siempre acompañan a
cualquier proceso de tipo orgánico.
Estamos acostumbrados a tratar dolores, atrofias, etc, con analgésicos,
AINES, sust. como la gabapentina , etc, medicamentos que intentan revertir los efectos tan
desagradables de un ataque epileptiforme, o dolores de tipo neurológico, etc,
pero en muchos casos se nos olvida buscar el porque, es decir las bases
fisiológicas y bioquímicas de “como
funcionamos” y porque podemos “dejar de funcionar correctamente”.
Nuestro objetivo por tanto, es poder favorecer el perfecto
funcionamiento del sistema neuroendocrino aportando los nutrientes que tienen
un efecto no solo protector, sino también regenerador y nutritivo tanto de las
neuronas como de facilitar la formación de neurotransmisores o favorecer el
correcta transmisión sináptica a través de las conexiones neuronales.
Omegas 3-6, antioxidantes naturales, Vit. C,
E, el grupo de Vit. B, oligoelementos como
S, Zn, Se, Mg, son algunos de
estos nutrientes que actuaran
favoreciendo la perfecta armonía en todo el sistema nervioso ya que su
presencia favorece la síntesis de neurotransmisores, favorece la captación de
energía en forma de glucosa para las neuronas, evitan en gran medida la oxidación celular y eliminación de radicales
libres, su presencia es necesaria también para que se produzca la activación
de la pared postsináptica neuronal en la
transmisión del impulso nervioso, etc.
No solo afectan al SN las efermedades como tal, sino que hay agresiones
como los radicales libres, toxinas no eliminadas de los alimentos intoxicados, conservantes y demás contaminantes de la alimentación comercial, etc.
Dr. Manuel Vera
Asesor veterinario de In Terra Salud
Veterinario y gerente de Clinica Vet. Valdelagrana